La mejor manera de protegerse de los efectos nocivos del ruido es evitarlos:

-Evite las atmósferas demasiado ruidosas: conciertos o veladas musicales, o como mínimo, colóquese lo más alejado posible de las fuentes sonoras;

-Evite los entretenimientos demasiado ruidosos: aparatos musicales con auriculares al máximo volumen;

-Si no puede evitar un ambiente de trabajo con ruido continuo (taller de fundición, prensa de embutir, copistería, rotativas,...) o discontinuo (uso de sierra mecánica, por ejemplo), aíslese del ruido utilizando tapones con filtros especiales en el primer caso nosotros los fabricamos a medida y exclusivos en cada una de las industrias en las que debe ser utilizado con filtros específicos ( industria pesada, imprenta, ronquidos, disparos, limpieza alta presión, maquinaria doméstica, concentración en estudio, Motocicletas, Procesado de metales, industria maderera … ), y un casco aislante en el segundo;

-En caso de encontrarse en una atmósfera ruidosa inusual e inesperada, basta con colocarse unos algodones en los oídos para filtrar el exceso de ruido.

Es recomendable usar tapones anti-ruido en ocupaciones que se trabaja con bastante ruido.

¿QUÉ DAÑOS PRODUCE EL RUIDO?

También en este caso, los daños dependen del tipo de ruido, pero son muchos:

-Explosión.

La onda es muy enérgica y produce un blast o explosión auricular, a veces con estallido del tímpano, deformación de la cadena de huesecillos y de la platina del estribo, y efecto de pistón sobre el líquido del oído interno. Todo esto causa dolores, vértigo intenso, trastornos del equilibrio y disminución de la audición con acúfenos intensos. Menos esta última complicación, las anteriores aparecen y desaparecen; la disminución de audición puede volver en parte, pero se corre el riesgo de que los acúfenos sean definitivos. En el audiograma se observa una caída en las frecuencias 4.000-8.000.

-Ruido muy intenso, más o menos repetitivo.
A veces, basta con una sola sesión de música para que aparezcan acúfenos y se aprecie una caída en las frecuencias 4.000 y, a veces, 8.000.

-Ruido muy repetitivo, de origen profesional o no.
Se produce una disminución de la audición progresiva, posterior a los acúfenos. El audiograma muestra una caída en las frecuencias 4.000-8.000, que luego se amplia y alcanza los 2.000 y las frecuencias conversacionales si la exposición al ruido continúa.

Estos efectos del ruido se pueden ver intensificados si existe una predisposición familiar coclear, si se consume alcohol y tabaco, que son tóxicos para el nervio auditivo, y si interviene otro agente tóxico para el oído interno, como un antibiótico, por ejemplo. Los efectos del ruido comportan llevar a cabo:

-una revisión regular en caso de exposición habitual al ruido o predisposición familiar;

-un control, a la menor duda, en casos de exposición ocasional.

¿SE PUEDEN REPARAR LOS EFECTOS DEL RUIDO?

En principio, los daños causados por el ruido sobre las células del oído interno son irreversibles. No existe un tratamiento milagroso para devolver la audición. Lo primero que hay que hacer es alejarse de la fuente sonoro y evitar cualquier nueva exposición. Se puede seguir un tratamiento médico de estabilización en el que su especialista esta familiarizado; es como un tratamiento de acompañamiento. En el mejor de los casos, se puede lograr una recuperación parcial de la audición.

Como siempre y ante cualquier duda, acérquese a realizarse pruebas de control auditivo gratuito.